Gestión de la luz artificial
Publicado el
por Gabriela.
AUTOR: Luis Sánchez Ríos
Por todos es sabido la importancia que tiene la cantidad y la calidad de la luz para el correcto desarrollo de la cría, muda, descanso, etc de nuestros pájaros. Esto tiene su explicación en los fenómenos hormonales que la luz desencadena en la más importante glándula productora de hormonas, la hipófisis. Dicha glándula segrega las hormonas responsables de la aparición del celo, de la muda, y en general de casi todos (por no decir todos) los ciclos que se suceden en la vida de nuestros queridos pájaros.
Lo primero que hay que hacer constar es que la mejor luz es la luz natural. Por tanto, en la medida de lo posible intentaremos que sea la luz natural la que ilumine nuestro criadero. Pero en muchas ocasiones esto no es posible. Muchos de nosotros nos vemos obligados a alojar los pájaros en sitios en los que incide poca luz, o incluso, en lugares en los que no se tiene absolutamente nada de luz natural. Garajes, trasteros, buhardillas, terrazas, etc son lugares frecuentes en los que ubicamos a estos animalitos, y sin una correcta gestión de la luz, tanto la salud de los pájaros como los resultados en la cría se resentirán.
En la naturaleza varios son los factores que influyen para que a los pájaros se les desarrolle el instinto de criar. Estos factores son: el aumento de la temperatura, la mayor disponibilidad de alimento y por supuesto el incremento de la duración del día, así como la mayor intensidad lumínica. Bien es cierto, que los pájaros que viven cerca del ecuador, en los que la variación de las horas de luz entre el verano y el invierno, así como las fluctuaciones de temperatura, son muy pequeñas, estos estímulos no son determinantes, lo que les incita a procrear es la mayor o menor disponibilidad de alimento. Nosotros en nuestro criadero podemos controlar algunos (a veces todos) de estos factores.
En este artículo trataremos sobre la correcta gestión de la luz. Dejamos los demás factores para posteriores trabajos.
Repito una vez más, que la mejor luz es la luz natural. Pero si nos es imposible disponer de una buena iluminación natural, será preferible optar por alguna fuente de iluminación artificial, antes que tener a los pájaros en penumbra.
Lo primero a tratar es, ¿qué tipo de luz? Una bombilla, un fluorescente… No vale cualquier tipo de luz. Sí, tendremos a los pájaros despiertos las horas que nosotros queramos con una simple bombilla o con el fluorescente de la cocina, pero esto no es nada recomendable. Necesitamos que la luz sea lo más natural posible, y que se asemeje lo máximo que se pueda al espectro de radiación del sol. Aquí entran en juego la longitud de onda, frecuencias de radiación y una serie de factores más, que creo se salen del objetivo de este artículo. Concretando, la mejor opción es un tubo fluorescente de luz cálida, es decir, de tonalidad ligeramente rosácea. Los fluorescentes que normalmente conocemos y utilizamos son de luz fría, con tonalidad blanca o azulada, y no son aptos para mantener iluminados a los pájaros. Tampoco los utilizados para acuarios ni terrarios, su espectro de radiación no se ajusta para nada a las necesidades de las aves. En particular, yo uso los OSRAM L 930 o los PHILIPS TDL/93. Su espectro de radiación se asemeja a luz solar y son por tanto aptos para las aves.
Una vez solucionado este aspecto, la siguiente cuestión es controlar adecuadamente el tiempo que tendremos encendido el fluorescente. Aquí hay varias opciones:
• La primera de ellas es conseguir que con la luz artificial los pájaros entren antes en celo para así mantenerlos durante más tiempo criando y aumentar por tanto la producción. Bajo mi punto de vista esto no es recomendable, a la larga los pájaros se resienten y sufren un agotamiento progresivo, ya que están realizando un sobreesfuerzo a todas luces (nunca mejor dicho) antinatural.
• La segunda opción, y creo que la más adecuada y sensata, es mantener una iluminación diaria que se asemeje lo más posible a la natural. Es decir, tener aproximadamente las mismas horas de luz en el criadero que en la calle. De esta manera el comportamiento y el ciclo vital de nuestras aves será más natural, y a la larga contribuirá al buen estado psico-físico de los animales.
Por tanto, si optamos por esta segunda opción, habrá que tener en cuenta la forma en la que va incrementando o disminuyendo la duración del día, a lo largo de las distintas estaciones. En consecuencia, intentando que la cantidad de luz en el criadero sea más o menos igual que en el exterior, y teniendo en cuenta que mi criadero está en Madrid, esté es el programa de iluminación que seguí el año pasado, y que voy a seguir también este año dado los buenos resultados que me dio:
Nº PROGRAMA |
DÍA |
HORA AMANECER |
HORA ANOCHECER |
HORAS LUZ |
INCREMENTO DIARIO |
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1 |
L10 |
6:31 |
20:04 |
13:33 |
4 |
2 |
M11 |
6:30 |
20:06 |
13:36 |
3 |
3 |
X12 |
6:28 |
20:08 |
13:40 |
4 |
4 |
J13 |
6:26 |
20:10 |
13:44 |
4 |
5 |
V14 |
6:24 |
20:11 |
13:47 |
3 |
6 |
S15 |
6:22 |
20:12 |
13:50 |
3 |
7 |
D16 |
6:21 |
20:14 |
13:53 |
3 |
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INCR. SEMANAL |
24 |
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1 |
L17 |
6:19 |
20:15 |
13:56 |
3 |
2 |
M18 |
6:17 |
20:16 |
13:59 |
3 |
3 |
X19 |
6:15 |
20:18 |
14:03 |
4 |
4 |
J20 |
6:14 |
20:20 |
14:06 |
3 |
5 |
V21 |
6:12 |
20:21 |
14:09 |
3 |
6 |
S22 |
6:10 |
20:22 |
14:12 |
3 |
7 |
D23 |
6:08 |
20:23 |
14:15 |
3 |
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INCR. SEMANAL |
22 |
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1 |
L24 |
6:06 |
20:24 |
14:18 |
3 |
2 |
M25 |
6:04 |
20:25 |
14:21 |
3 |
3 |
X26 |
6:02 |
20:26 |
14:24 |
3 |
4 |
J27 |
6:00 |
20:27 |
14:27 |
3 |
5 |
V28 |
5:59 |
20:29 |
14:30 |
3 |
6 |
S29 |
5:58 |
20:30 |
14:32 |
2 |
7 |
D30 |
5:56 |
20:31 |
14:35 |
3 |
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INCR. SEMANAL |
20 |
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1 |
L1 |
5:55 |
20:33 |
14:38 |
3 |
2 |
M2 |
5:53 |
20:34 |
14:41 |
3 |
3 |
X3 |
5:52 |
20:36 |
14:44 |
3 |
4 |
J4 |
5:51 |
20:37 |
14:46 |
2 |
5 |
V5 |
5:49 |
20:38 |
14:49 |
3 |
6 |
S6 |
5:48 |
20:39 |
14:51 |
2 |
1 2 3 4 5 6 7 |
D7 |
5:46 |
20:40 |
14:53 |
2 |
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INCR. SEMANAL |
18 |
Lo explicaré detalladamente: la planificación empieza el 26 de diciembre y termina el 7 de mayo. Y un detalle importante es que no se tiene en cuenta el cambio de hora que se realiza en primavera, la razón es simplemente para no complicar el manejo del programador digital. La luz la encenderá y la apagará un programador digital, el cual estará enchufado a la red, y nuestro fluorescente a él. Dicho programador no tiene porqué ser muy caro, simplemente es necesario que sea digital, para poder introducir incrementos de 1 minuto. Yo concretamente uso el COATI 13201, lo compré en el Leroy-Merlin, y me costó sólo 18 euros.
Vamos ir punto por punto:
• Nº de programa: el programador tiene varios números de programa, el 1 para el lunes, el 2 para el martes y así sucesivamente hasta el 7 para el domingo. Por tanto, podremos programarlo para toda la semana, de tal forma que sólo tendremos que intervenir una vez a la semana para ir cambiando los programas. En el 7 de mayo, vemos que en nº de programa pone 1 2 3 4 5 6 7, esto quiere decir, que desde ese día en adelante, mantendremos esas horas de luz, sin incrementarlas ni disminuirlas.
• Día: se corresponde con el año 2006. Por supuesto es aplicable para años sucesivos con sólo actualizar los días de la semana al del año en curso.
• Hora amanecer: hora a la que se enciende el fluorescente.
• Hora anochecer: hora a la que se apaga.
• Horas luz: son las horas y minutos efectivas que hay de luz en el criadero. Es útil para saber cuántas horas hacen falta para que esté encelado cualquier pájaro, con sólo mirar cuantas horas de luz había cuando puso el primer huevo, por ejemplo.
• Incremento diario: los minutos que hay más de luz respecto al día anterior.
• Incremento semanal: la cantidad total de minutos que ha aumentado en esa semana.
Se puede observar que el aumento es muy gradual y lento al principio, y que poco a poco se va haciendo cada vez mayor, como ocurre más o menos en la naturaleza. Cuando llegamos al 7 de mayo, dejamos las 14:53 minutos de luz, sin efectuar ningún cambio. Seguirá así hasta finales de julio, cuando apago la luz y no la vuelvo a encender hasta el año siguiente (esto lo hago así porque mi criadero está en la calle, por tanto tiene cierta luz natural, pero insuficiente para la cría, por tanto al apagar el fluorescente, el criadero queda en una ligera penumbra que favorece la muda y la tranquilidad de los pájaros).
Otro factor a tener en cuenta, es que no se puede encender y apagar la luz de repente, es decir, no podemos pasar de la oscuridad total a la luz, ni de la luz a la noche repentina. Podemos crear transtornos en los pájaros, problemas de stress o peor aun, cuando estén criando, si la hembra está fuera del nido cuando apagamos la luz, puede no ser capaz de entrar al nido a oscuras y enfriarse los huevos o los pollos. Esto se soluciona con unos aparatos de amanecer-anochecer, que hacen que el fluorescente se encienda y se apague de manera gradual, simulando la salida y la puesta de sol. Estos aparatos son bastante caros, y no están al alcance de cualquiera, por lo menos no lo están al mío. Así que toca agudizar un poco el ingenio y decidí poner justo al lado del fluorescente una bombilla de color verde de poca potencia (15 o 20 w), y programarla para que se encienda 15 minutos antes de que lo haga el fluorescente. Cuando ya esté encendido el fluorescente apagamos la bombilla. Y por la tarde igual, un poco antes de que se apague el fluorescente encender la bombilla verde, y mantenerla encendida durante 15 minutos desde que se apaga el fluorescente. De esta manera hemos conseguido un pseudo-amanecer-anochecer que los pájaros toleran de manera aceptable. Está claro que es mucho mejor el aparato profesional, pero de momento, y para salir de paso, esto funciona bastante bien. Ya vendrán tiempos mejores…
En fin, este es el método que yo sigo para gestionar la luz en mi criadero, y ya digo, me funciona razonablemente bien. Espero que le sirva de ayuda a alguien, o que por lo menos, se pueda extraer alguna idea, para solucionar, en la medida de lo posible, la gestión de la luz artificial en vuestro criadero.
Luis Sánchez Ríos
C.N CS-04 / Y-094
Enero 2006